viernes, 26 de septiembre de 2008

Estado somnífero.

Masas de humanos concentrados en la nada,
deambulando las calles perdidas del mundo.
Son los malabaristas modernistas.
Mil cosas que hacer y cero ideas que pensar.
Para estos, no existen los ideales ni las creencias,
sus mentes ya no son mentes, son lugares de almacenamiento.
Ya no reflexionan, ni opinan y no tienen convicciones ni empeño.
Son constantemente llevados a la deriva de una sociedad que vende.
Vende productos, ideas y hasta estilos de vida.
Viven como si fuesen inmortales, y mueren llenos de arrepentimiento.
Pocos despiertos que tratan de escabullirse del circulo vicioso que se considera vida y solo desemboca en una cruel muerte, no siempre pueden, y los que si, son olvidados como una huella en la arena.
Así está el mundo, en un estado somnífero.

No decaigas.

No demuestres la lágrima de derrota
por que la guerra todavía no terminó
Faltan muchas batallas todavía,
muchos dolores y alegrías.

Muestra tu corazón a los que amas
dejalo regado en la mesa
para que por primera vez
alguien pueda sanarlo y protegerlo.

No encierres tus demonios dentro de ti.
Ya que los llantos que no lloramos se reclutan en nuestro ser.
Empezando a encapricharse, no queriendo ceder lugar a nuevos sentimientos.
No obstante, clemencia ante los malos sentimientos en ti.
Por que si no fueran por ellos, no reconocerías los buenos.

Pero ante todas las injusticias e infamias, no decaigas.
No rindas ante ellas, y menos que menos, no dejes que aniquilen tu espíritu libre.